RETO MÓDULO 5: "TE DOY MIS OJOS"

Ante las opciones que se ofrecen para la realización de este reto, he optado por comentar una película del 2003 que me impactó mucho en su momento y que creo que puede aportar un punto de vista interesante al tema de la igualdad entre hombres y mujeres en general y a la violencia de género en particular.

Se trata de "Te doy mis ojos", dirigida por Icíar Bollaín y cuyos intérpretes principales son Laia Marull y Luis Tosar, que interpretan a Pilar y Antonio, un matrimonio con un niño de unos ocho años que vive en Toledo. Ella es víctima de violencia de género por parte de Antonio y la película comienza con Pilar huyendo con su hijo de la casa conyugal y refugiándose en la de su hermana para así poder escapar de su marido. Él la busca y, cuando consigue localizarla, promete cambiar, recurrir a ayuda psicológica y no volver a maltratarla nunca más, ante lo cuál ella, ajena a la oposición por parte de su hermana, accede a volver con él y a darle una nueva oportunidad. A pesar de sus esfuerzos, su personalidad y su carácter hacen que Antonio siga el mismo patrón de comportamiento que antes, llegando, en la escena más cruda de la película, a desnudar y humillar públicamente a su mujer. El final es abierto, con Pilar recogiendo las cosas de su domicilio acompañada por sus compañeras de trabajo y abandonando el mismo ante la mirada de su marido.

Esta película, aparte de por su calidad cinematográfica, me parece interesante por muchos motivos. Por abordar un tema que, desafortunadamente, en aquella época no era tan visible como hoy en día ni se le daba mucha difusión y por el modo en que lo hace. Pilar es víctima de Antonio, pero Antonio también lo es de sí mismo, es incapaz, a pesar de su intención, de sustraerse de sus impulsos y de su carácter violento, probablemente fruto de abusos que él mismo sufrió de pequeño. La directora comentó que esta película surgió como un falso documental, "Amores que matan", en el que se recogían testimonios de agresores en una hipotética sesión de terapia de grupo. Al finalizarlo se dio cuenta de que tenía material suficiente para un largometraje. Pretendía dar respuesta a preguntas como: "¿Por qué las mujeres no abandonan a sus maltratadores?, ¿Cómo es posible que sigan enamoradas de ellos?..."

Obviamente, mi intención no es señalar que las mujeres no son las víctimas, si no introducir una variable más en la ecuación de la violencia doméstica contra las mujeres, y es que a veces los hombres también sufren con esa situación, porque quieren a sus mujeres, mal, porque eso no es amor, pero creen que las quieren, no quieren hacerles daño, pero no saben cómo hacerlo. En cualquier caso, esto no justifica en absoluto los abusos, las vejaciones, los insultos, la violencia...a los que son sometidas muchas mujeres y ante los que se debe actuar con contundencia y amplios recursos jurídicos y legislativos.