RETO MÓDULO 4
POLÍTICAS DESARROLLADAS DESDE EL SECTOR PÚBLICO INTERNACIONAL
CONVENIO DE ESTAMBUL
Desde los años 1990 el Consejo de Europa ha emprendido una serie de iniciativas para promover la protección de las mujeres de la violencia. Entre otras, estas iniciativas resultaron en la implementación de una amplia campaña en Europa, entre 2006 y 2008, para combatir la violencia contra las mujeres, incluyendo por primera vez la violencia doméstica ente los temas a considerar.
El Consejo de Europa decidió que era necesario poner estándares comprensibles para impedir y combatir esos dos tipos de violencia, para lo cuál, en diciembre de 2008, nombró a un grupo de expertos con el objeto de preparar un borrador para la lucha en este campo. Dicho grupo, llamado CAHVIO (Comité Ad Hoc para impedir y combatir la Violencia contra mujeres y violencia doméstica), generó un borrador, cuya versión enmendada y final vio la luz en diciembre de 2010.
A raíz de éste surgió el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, también conocido como Convenio de Estambul o Convención de Estambul, cuyo objetivo es la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Se presentó en Estambul en 2011 y está en vigor en Europa desde el 1 de agosto de 2014. Ha sido firmado por 46 países y ratificado por 34. El 12 de marzo de 2012, Turquía se convirtió en el primer país en ratificar la Convención, si bien en el 20 de marzo de 2021, el presidente Tayyip Erdogan anunció la retirada de Turquía, alegando que "algunos artículos impactan negativamente sobre la estructura familiar y van en contra de los valores nacionales, ya que promueven la homosexualidad y atacan los valores familiares, por describir las relaciones de personas que viven juntas sin especificar si están casadas". Dicho comentario deja clara la postura de dicho dirigente y del país con respecto a este tipo de políticas.
Es el primer instrumento de carácter vinculante en el ámbito europeo en materia de violencia contra las mujeres, y está considerado el tratado internacional más completo y de mayor alcance sobre dicho tema, reconociendo la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación, de la que los Estados son responsables si no responden de manera adecuada, lo cuál permite considerarlos desde un punto de vista jurídico más específico.
El Convenio contempla como delito todas las formas de violencia contra la mujer: física, psicológica y sexual, incluida la violación; la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso, el aborto forzado y la esterilización forzada. Esto implica que los Estados deberán introducir y tipificar en sus sistemas jurídicos estos delitos.
Asimismo, se compromete a dotar a los países de los recursos económicos económicos y humanos suficientes para poder implementar estas medidas, así como a realizar estudios e investigaciones encaminadas a analizar el problema en profundidad y los resultados de las medidas adoptadas.
También refleja el derecho de las víctimas a solicitar indemnizaciones, así como diversas medidas destinadas a la apoyar legal y jurídicamente, ayudar y asistir a las mujeres víctima de la violencia de género.
Los enlaces a dicho convenio y su correspondiente publicación en el BOE son los siguientes:
https://www.coe.int/en/web/istanbul-convention/home.
https://www.boe.es/buscar/pdf/2014/BOE-A-2014-5947-consolidado.pdf
Claramente, estas medidas adoptadas en el Convenio repercuten sobre los roles de género, ya que tipifican delitos e infracciones, algunos de los cuales hasta entonces no se consideraban como tal. También les permite acceder a recursos legales, viviendas, ayudas económicas...por lo que su precariedad disminuye. Y, por supuesto, les dota de voz y de una visibilidad totalmente necesaria, que es el primer paso para solucionar este problema. Que la gente sepa qué está ocurriendo, que no se silencie a todas las mujeres que sufren violencia física y/o psicológica y que sepan que se les escucha, se les tiene en consideración y que tienen unos derechos. Que importan.
Al intentar reflejar en una comparativa las repercusiones que este convenio ha podido tener, me he encontrado con la sorpresa de que apenas hay datos contrastados sobre violencia de genero anteriores al mismo y de que resulta muy difícil realizar una comparación, ya que en los últimos años las mujeres han denunciado mucho más su situación, lo cuál hace que las cifras de mujeres víctimas de violencia de género siga aumentando, a pesar de que cada vez son más las medidas adoptadas. A pesar de esto, me parece importante señalar cifras de hace 5-6 años. Según datos disponibles publicados por el Consejo de Europa en 2017:
- una de cada tres mujeres en la UE ha sido víctima de violencia física o sexual desde los 15 años;
- una de cada veinte mujeres ha sido violada;
- más de la mitad (55 %) de las mujeres ha sufrido acoso sexual;
- una de cada tres mujeres ha sufrido abuso psicológico por parte de una pareja;
- una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual por un adulto durante la infancia.
Considero que este convenio tiene como punto fuerte el dar visibilidad, tratar el tema de la violencia de género, lo cuál es primordial, así como la creación de la figura del GREVIO "grupo de expertos en lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica", compuesto por entre 10 y 15 miembros y cuya labor principal es recopilar información de los diferentes países y redactar informes, recomendaciones...analizando las conclusiones obtenidas en base a dicha información.
Como debilidad señalaría que es excesivamente genérico, sin entrar en muchos detalles con respecto a las medidas a tomar, las indemnizaciones a recibir por parte de las mujeres, las sanciones a imponer a los hombres causantes de la violencia de género. Pero, en cualquier caso, cualquier iniciativa que trate este tema, lo regule, sirva como plataforma para que se le dé la importancia que merece, debe ser siempre bienvenida.
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